E U S E B I O C. C A R B O
Es indudable que, llegado el momento, los rapsodas del Estado proletario tratarán de deslumbrar a los incautos. La teología estatal probará fortuna. Tratará de abrirse paso, empleando los indignos procedimientos de siempre. Y es preciso que nosotros, desde ahora, preparándonos con tiempo, le esterilicemos a la vanguardia consciente el surco y la semilla.
Contamos con sobrados medios para ello.
Digámosles a los trabajadores lo que el marxismo significa y representa. Pongamos ante sus ojos los mil ejemplos que en todos los órdenes ofrece Rusia.
Demostrémosles que el marxismo se caracteriza por un concepción totalitaria del Estado, y que el totalitarismo, lo mismo si reviste la forma que se le da en Alemania y en Italia, que aquella que ha tomado en la patria del proletariado, no puede brindar a los miserables y a los esclavos otra cosa que privaciones y cadenas.
Pongamos de relieve ante sus ojos el verdadero significado de la alianza de Rusia con Alemania,1 hecho que, necesariamente, ha de repugnar de una manera invencible a toda consciencia honrada.
Rasguemos los velos que ocultan a su mirada la infame conducta observada por los comunistas de todos los países en el curso de la guerra civil española.
Documentemos, por medio de hechos sin posible
1 Hitler y Stalin estaban todavía a partir un piñón en el momento de ser escrita la última página del presente trabajo.
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